lunes, 8 de febrero de 2010

Carta a Adolfo Domínguez (parte II)

seguimos con la carta de respuesta a Adolfo Domíngez, continuacion del el post anterior publicado en este sitio:

"No creo en un sistema que permite que alguien se coja un año por depresión, la mayoría de las veces fraudulenta, se reincorpore y tenga 30 días de vacaciones".

Entiendo que para usted las depresiones debidas a un estrés laboral tienen poco sentido. Hace poco vi un documental que estudiaba el estrés, en el cogían como ejemplo la estructura social de los babuinos. Sorprendentemente en estos animales el estrés era más elevado en los espécimenes de las clases más bajas, mientras que los líderes apenas tenían estrés. Parece ser que el nivel de estrés y sus consecuencias negativas venían mucho más por la falta de seguridad y de realización que por la necesidad de liderar a un grupo. Los efectos del estés se demuestran fatales, mayor tensión nerviosa, mayos úmero de latidos por minutos, menos dosis de hormonas del placer, mayor dificultad de aprendizaje y de toma de decisiones, menos esperanza de vida, sistema inmunológico deprimido, etc. Si los babuinos no le importan demasiado le informo que consiguieron transladar el modelo a la compañia de correos de Inglaterra (o de UK, no recuerdo bien).

A lo que vamos, según ADN:

"La crisis económica ha disparado en España las enfermedades ansioso-depresivas y otras dolencias psiquiátricas, [...], según han destacado hoy en Sevilla ponentes del VII Congreso Español de Medicina y Enfermería del Trabajo."

En este artículo tamién se remarca una "destacable reducción de las bajas laborales por incapacidad de corta duración, fenómeno comprobado por la reducción el gasto de la Seguridad Social en las denominadas contingencias comunes."

Y ya que le gusta tanto poner Alemania como ejemplo, en este artículo podemos leer:

"En Alemania, una de las mayores cajas de seguro de salud, la AOK (Allgemeine Ortskrankenkasse), publica un informe anual de ausencias por enfermedad. Dicho estudio prueba que en los últimos años muchos ciudadanos alemanes fueron a trabajar a pesar de estar enfermos, algunos incluso desoyendo consejos médicos. Como motivo, adujeron miedo: miedo a perder el empleo, miedo a los colegas o a la cantidad de trabajo que se acumularía si ellos no estuvieran presentes.

Este tipo de presión es peligroso, ya que puede provocar enfermedades graves y persistentes. Gerd Westermann, de la Sociedad para el Fomento de la Salud en Empresas, coopera con la AOK de Berlín. Según él, las condiciones laborales y las enfermedades psíquicas están íntimamente relacionadas: “Vemos un aumento dramático de dolencias depresivas, y eso es consecuencia de los procesos de reestructuración que se están realizando en casi todos los establecimientos.” Constantemente se reorganiza y se hacen cambios y nadie sabe ya adonde trabajará mañana. Junto con el estrés, la falta de reconocimiento es otro factor que enferma a los trabajadores."

Nuevamente no se si usted ha pecado de mal informado o de irresponsable, no se si usted solo ve su parte del problema por interés o por falta de perspectiva. Sea como sea, déjeme darle mi opinión, yo no creo en un sistema que tiene a sus trabajadores al borde de un colapso nervioso y que encima duda de su honradez a la hora de pedir ayuda médica. Una amalgama de empresarios que solo miran por su interés corto plazo, sin responsabilidad y planes a largo plazo, que mantiene a sus asalariados bajo una creciente presión, deteriorando su salud y sus capacidades cognitivas y, obviamente, bajando su productividad. Pregúntese qué puede cambiar usted en todo este sistema antes de cargar contra la gente que enferma, dando a entender una especie presunción de culpabilidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario