viernes, 23 de abril de 2010

Samaranch: La muerte de un fascista admirado.

Esto es un gran ejemplo de lo que para mí es "el espíritu de la transición", algo que nos impide dejar de ser una Moranquía Bananera, hipócrita, corrupta y dividida. Ni transición ejemplar ni nada, heridas mal curadas, vicios heredados.

Fuente

La veneración y la exageración con la que la mayoría de los medios se despacha hoy con el obituario de José Antonio Samaranch nos hace comprender porqué tenemos el país corrupto que tenemos. Es imposible obviar que Samaranch fue un falangista militante, un cargo franquista evidente y por ello un fascista de pro. Hoy, afortunadamente nos queda un a nutrida prensa internacional que en sus obituarios no se olvida de todo lo que hizo este “coloso”, “padre de la era moderna del olimpismo” y “artífice” de los JJOO de Barcelona 92. Y fue justamente eso lo que le redimió de cualquier crítica por parte de la izquierda oficial. El mismo Montilla, Narcís Serra u otros dirigentes socialistas y aledaños se han apresurado al elogio y la loa más descarada.

Para ellos el 92 fue el inicio de pingües negocios y de acceso a cargos que les han catapultado mucho más allá de lo que ellos mismos llegaron nunca a imaginar, el mismo Le Monde francés pone en duda su opacidad y lo califica de hombre de redes de oscuros poderes económicos. Las acusaciones de corrupción al COI se multiplicaron en su reinado. El prestigioso Times londinense rebaña en esa idea de Le Monde pero haciendo hincapie en su pasado fascista con esta maravillosa cita sobre el “reinado” de Franco: “Fue el hombre que trajo a España el período más largo de paz y prosperidad en muchos siglos”. En Times encabezan el artículo con el título: “El hombre que robó la inocencia de los Juegos Olímpicos”. La Stampa italiana titula: “Samaranch se ha llevado su camisa de falangista a la tumba.”

Aquí en España cuesta leer una información tan simple y de hemeroteca pura como esta, sencillamente porque esto es otra Tangentopoli, otro nido de corrupción de la que cada vez hay más complicidades en los medios de comunicación. Parece que el fin hace que se olviden los medios, así nos va la feria. Y el editorial de La Vanguardia le pide una calle en su edición de hoy, claro, qué va a decir La Vanguardia!

1 comentario:

  1. Ha ayudado a mucha gente de las altas esferas en cosas tanto legales como ilegales como para que nadie diga ahora nada malo de él :S

    ResponderEliminar